jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Cómo ayudar a los niños a afrontar los primeros días de guardería?





Una imagen común, que se repite año tras año al inicio del curso escolar, es la de algunos niños llorando desconsolados frente a las puertas de la guardería cuando se despiden de sus padres por primera vez.
Si tu hijo es menor de un año posiblemente no perciba tu ausencia. Sin embargo, si el niño es un poco mayor puede sentirse inseguro y tener miedo en el momento de la despedida.
La adaptación a la guardería debe ser ante todo un proceso gradual. Al principio, para facilitar este proceso, los padres podemos llevar a los niños a la guardería poco tiempo (unas horas los primeros días) e ir alargando este tiempo progresivamente hasta que los niños se vayan acostumbrando.

Días antes de que el niño empiece la guardería
Un recurso útil antes de que empiece la guardería es hablar con el niño sobre lo que va a hacer en la guardería y enfocar el tema de forma positiva. Por ejemplo podemos contarle que va a conocer a otros niños, que podrá jugar con ellos, que aprenderá muchas cosas...
Este es un paso importante para conseguir normalizar el proceso y quitarle dramatismo a la situación.
Otro recurso útil es darle algún juguete que le aporte seguridad y que le permita establecer un vínculo de apego con su casa y su familia mientras esté fuera.
El momento de la despedida del niño en la guardería
El momento de la despedida suele ser el más difícil, tanto para las madres como para los niños, por lo que te recomendamos que le trasmitas seguridad con frases como “vas a pasarlo muy bien” o “jugarás como lo hacemos en casa pero será aún más divertido”...
También puedes abrazarle para que sienta tu apoyo, pero no alargues demasiado este momento, ya que puede generar más preocupación en el niño. Recuerda que si te ve triste se dará cuenta y dará pie a que él también lo esté. Es importante que te vea tranquila y segura.
Cuando recogemos al niño en la guardería
Cuando llega el momento de recoger al niño es importante mostrarle toda tu atención, que te cuente con detalle lo que ha hecho, quiénes son sus compañeros, a qué ha jugado... En este sentido es positivo que tu hijo entienda que ir a la guardería no es tan diferente de lo que hace en casa y que igual que sus padres tiene que ir a trabajar, él también tiene sus obligaciones. Por último, dedícale mucho tiempo los primeros días y prepara por la tarde la vuelta al día siguiente para que cada mañana no se convierta en un disgusto, anticípale que mañana haréis lo mismo, preparad la ropa que se pondrá, las cosas que llevará, etc.