lunes, 24 de mayo de 2010

Los abuelos y los niños: un encuentro enriquecedor




El nacimiento de un bebé transforma completamente el día a día de un hogar. A los compromisos y responsabilidades ya existentes, se suman otras muy distintas: la de educar al pequeño de la casa, y acompañar su desarrollo y crecimiento.
Los placeres de tener un bebé son muchos, pero no se puede ignorar que el trabajo aumenta. En muchas familias, conciliar trabajo, casa, e hijos, es una tarea que requiere mucha habilidad y, en muchos casos, algunos sacrificios. La llegada de un bebé no solo altera la vida de los padres, sino también la de muchos abuelos. Poder contar con ellos es un recurso muy valioso.
La presencia de los abuelos es un consuelo y un desahogo para muchas familias. Los cambios que provocan el nacimiento del bebé les afectan menos que a los padres, y sus obligaciones están en un plan secundario, dependientes del "mando" de los padres del bebé, y de la disponibilidad que tengan para compartir los cuidados, el afecto, y el tiempo del bebé con sus consuegros.

Relación de los abuelos con los nietos
Los abuelos pueden proporcionar una asistencia práctica, apoyo, y una cadena de consejos útiles para cuidar al bebé. El encuentro de los abuelos con sus nietos es siempre muy enriquecedor para ambos lados. A muchos niños les encantan estar con sus abuelos por diferentes y variadas razones. Algunos porque al lado de los abuelos no existen tantas órdenes ni obligaciones. Otros porque pueden hacen cosas distintas con ellos, como preparar galletas juntos, comer dulces, dar paseos, ir al parque, y realizar una infinidad de actividades que hacen con que ellos se sientan más libres. Algunos nietos ven a sus abuelos como un amigo, una especie de guía, como divertidos, cariñosos, mimosos y que les gusta estar con ellos. Pero, claro, todo depende de la forma de ser de los abuelos. Hay también los que apenas envejecen y continúan tratando a los más pequeños de una manera muy autoritaria y demasiado exigente.
Pero, por lo general, los abuelos sienten mucho placer con sus nietos. Estar con ellos es también una forma de renovarse personalmente. Es tener más participación en la familia, y sentirse más jóvenes y actualizados. Se aprende mucho con los niños.

Relación de los abuelos con los padres de sus nietos
No siempre se puede decir que la relación de los abuelos con los padres de sus nietos sea la mejor posible. Infelizmente, pueden existir conflictos cuanto al tipo de educación que es aplicada al niño. Las generaciones son distintas y diferentes también son los criterios de educación. Los más jóvenes no pueden cambiar los razonamientos de los más mayores. Los abuelos no están más para educar. Ya han educado, bien o mal, a sus hijos. Los abuelos están para dar cariño, echar una mano de vez en cuando, y pasar un buen rato con sus nietos. Si los abuelos van a estar con los nietos, lo ideal es que haya un acuerdo entre las partes, para el bien del niño y de todos. Para eso, es necesario que entre los padres y los abuelos exista una relación tranquila, específica y verdadera, libre de celos, en la que reine el respeto a las exigencias y a los hábitos del otro.

viernes, 7 de mayo de 2010

Cómo ayudar al niño a que se duerma bien


Uno de los momentos más difíciles del día es la hora de acostar a los niños. Es normal que ellos, por cualquier motivo, se resistan a dormirse. O porque desean estar más tiempo con sus padres, o con los hermanos, o viendo la tele, o charlando y contando historias, etc. Pero, a los niños pequeños, hay que educarles en ese sentido para evitar mayores problemas después. Todo dependerá de los padres, de cómo abordar el tema y hacerles partícipes en ello.
Sugerencias sobre cómo ayudar al niño a que se duerma
1º- Establecer una rutina que incluya un período de tranquilidad antes de la hora de dormir.
2º- Evitar o reducir al mínimo el acceso a la televisión o a los videojuegos antes de dormir.
3º- Establecer un horario para dormir todos los días, ayudará al niño a mantener una rutina. Tener rituales para dormir son maneras efectivas para empezar a formar los buenos hábitos.
4º- Permita al niño, si así lo desea él, que lleve un juguete, un osito, o su manta favorita a la cama.
5º- Controlar que la temperatura en la habitación sea agradable y que la ropa sea cómoda.
6º- Consentir en dejar una luz encendida, la puerta entreabierta, o un vaso de agua al lado de la cama, si el niño se lo pide.
7º- Evitar dormirse con el niño. Le hará más difícil acostumbrarse a dormir solo.
8º- No acudir cada vez que el niño llama o se queja. Si es así, le estará acostumbrando a llamar sin necesidad. Debes estar atento siempre y acudir solo cuando hayan signos de problemas reales como las pesadillas, el sonambulismo, etc.
Esas claves les ayudará a dormir a los niños. Pero no hay que olvidarse de que de nada servirán si los padres no las establecen con seguridad. Los padres, antes de todo, deben estar muy seguros y convictos de lo que están estableciendo a sus hijos. Sino apenas serán actitudes o palabras vacías. Y el niño necesita sentirse seguro, si posible, en todos los momentos del día, y especialmente en la hora de dormirse.Los padres deben establecer rutinas consistentes, como regular la hora de acostarse y cómo hacer dormir a su hijo. Si cuando bebé su hijo se duerme si lo mecen, a medida que crece, los padres deberán “orientarlo” para que se duerma sin mecerlo. En caso contrario, el niño les va a dar mucho trabajo para dormirse solo.
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